miércoles, 10 de marzo de 2010

FANTASIA EN LAS PLANTAS

“Árboles de sombrías islas naufragan en vastos acuarios, noche enferma sobre la tierra que nace” (“Simiente” de Salvatore Cuasimodo)


El árbol de la lluvia

Si ocurriera en la moda lo que pasa con la elección de plantas de jardín o balcón, iríamos aún vestidos con ropajes de otros tiempos, y es que nadie quiere innovar y arriesgarse a plantar flores que no conozca, y no le piden a la floristería o vivero que traiga plantas que no nos sean de alguna forma habituales.

¿Quién adquiriría un árbol de la lluvia?, curiosa especie que vive sobre todo en Perú, aunque hay algún ejemplar en nuestras Islas Canarias, los indios lo llamaban “tamaicaspi”, pero científicamente es conocido como Caesalpinia pluviosa, y también Laurus foetens, es una especie muy curiosa, alta y frondosa, con la extraña propiedad de recoger y condensar el vapor de agua suspendido en la atmósfera para luego devolverlo con forma de lluvia que destilan sus hojas y ramas sobre la superficie que cubre su copa, por ello al lado de éstos árboles se hacen charcos de agua que los animales aprovechan para saciar la sed; los indios, excavaban hoyos recubiertos de piedras y arcillas bajo estos curiosos árboles transformándolos en albercas ya que pueden dejar caer de sus copas hasta 30 litros de agua purísima.

La marmita de los monos

A orillas del río Amazonas crece un árbol muy extraño (Bertholletia excelsa) cuyo follaje emana un intenso olor totalmente semejante al que podría desprenderse de una cazuela de caldo en plena ebullición. El aroma es grato para una especie de monos que pueblan la selva que se quedan extasiados parados en sus ramas.

La planta borracha

Es conocida entre los indígenas argentinos como “palo borracho”, aunque los botánicos le dan el nombre de “Chorisia speciosa”, éste árbol, muy común en Argentina, se emplea en decoración de avenidas y parques públicos, su fisonomía es características porque tiene un tronco muy abombado en la base, que se estrecha en la copa, recordando a una botella, en su tronco almacena agua en previsión de las prolongadas sequías del verano. Es una especie muy decorativa que florece con corolas muy perfumadas de color rosa, a ésta floración sigue la formación de frutos ricos en semillas de las que se extrae una fibra textil, además, la planta borracha, tiene gruesas puntas semejantes a púas en su tronco, y con éste se confeccionan cestos, bolsas o sombreros. Sin embargo la utilización más valorada del árbol era como embarcación, ya que su tronco no deja pasar el agua, y bastaba obtener una cavidad en él para navegar.

Las plantas voladoras

Se trata del Cycloloma spathyphyllum, una especie constituida por un tallo muy fino, que sostiene una maraña de ramas que se entrelazan hasta formar una esfera compacta con un diámetro de hasta 2 metros, cuando la planta alcanza su desarrollo completo se seca bajo el intenso sol en el que viven en los desiertos de Kansas, y con los golpes de viento comienzan a rodar por las planicies dando la imagen de animales desbocados, además tienden a unirse al chocar unas con otras, dando una imagen fantasmagórica ya que éstas plantas enormes, volantes adquieren una gran velocidad al pesar muy poco, muchas leyendas hablan de los “fantasmas de las praderas”, que pudiera ser la imagen que para una persona desconocedora tienen.

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