viernes, 12 de noviembre de 2010

CUANDO LAS PLANTAS SE DIVIERTEN


Aquí en el prado donde sestean los caballos es todo flores de primavera y los pinos huelen suaves” (Safo, “Invitación al Erano”)


¿Cómo utilizar las palabras justas para expresar los sentimientos y sorpresas que nos producen las flores?, a veces vemos en sus pétalos las sutiles alas de una mariposa, imaginamos, los clavos de la pasión, vemos campanas de finísima filigrana, caballitos, formas, colores, nos confunden en su belleza, nos intrigan con sus misteriosas formas y parecidos.
Los poetas han hecho mil sonetos a las flores, que se relacionan con el amor y la conquista, con la alegría y el hogar, incluso con el ultimo adios.
La vida secreta de las flores
Entre tantos parecidos, destacan flores que nos harían pensar que en realidad son insectos por su parecido con ellos, son flores insólitas, desde la antigüedad hasta la Edad Media, estuvieron consideradas como seres particulares, no vegetales, pero tampoco animales, sino entre los dos mundos.
Entre estas curiosas y extrañas plantas esta el “Katong-ging”, o flor escorpión, planta japonesa (correspondiente a la orquídea Arachnis), cuya corola está formada por nueve pétalos que imitan las distintas partes del insecto: dos antenas, seis patas y el último pétalo bastante alargado, idéntico a la cola del escorpión; cuando se toca ésta flor, precisamente en la supuesta cola, exhala un fuerte olor a almizcle típico de ciertos insectos.
Ningún insecto se aventura a acercarse a esta flor creyendo posiblemente que se trata de un escorpión.
La Ophrys, en las especies insectifera, apifera, fuciflora y sphegodes, también atemorizante es la forma de algunas corolas de pequeñas orquídeas espontáneas en regiones mediterráneas, que imitan con extraordinaria semejanza las líneas y los colores de la librea de moscas, avispas o arañas. Esta planta se encuentra en los pastos alpinos, son orquídeas de espigas color rosa, rojo, amarillo o blanco, formadas por numerosísimas corolas a veces suavemente perfumadas de vainilla.
Tiro al plato entre flores
El fenómeno es muy curioso, el Caladium, una planta ornamental, llamada comúnmente “caña cañón” porque cuando la floración está en su apogeo y el herida por los rayos del sol, lanza al aire, a intervalos regulares, una miríada de gránulos microscópicos , invisibles a simple vista, transparentes, formados por polen. Los lanzamientos de los “proyectiles” se pueden repetir hasta 20 veces seguidas y cada tubito es capaz de emitir hasta 200 gránulos de polen cada vez.
Otro ejemplo de planta “explosiva” está representado por ciertos hongos, los “Bulgaria inquinans” que en el momento en que maduran las esporas, emiten violentas salpicaduras parabólicas de fino polvo negruzco lanzando así lo más lejos posible la semilla. Observado al microscopio, el fenómeno es del todo parecido a un espectáculo pirotécnico.
El hongo Geaster fimbriatus en el momento de la diseminación de las esporas, cuando el tiempo está lluvioso, el sombrerete del hongo se abre y por la abertura llueven innumerables granos de semillas, hasta que la lluvia cesa.
Un ultimo ejemplo es el “Cohombrillo amargo”, pepinillo del diablo o elaterio (Ecballium elaterium), que tiene un fruto ovoide, sostenido por un largo péndulo que se hincha poco a poco hasta que la presión hace que explote, saliendo todas las semillas y su amargo jugo a distancias de hasta 3 metros, cuando el fruto está maduro cualquier roce provoca su estallido.

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