sábado, 6 de noviembre de 2010

VENENOS EN EL BALCÓN

“…En la casa entraron hojas de digital en lugar de espinacas... o de hojas de lechuga, quizá. No... Alguien me dijo que fue una planta de belladona, pero esto no lo creí ni por un momento, porque todo el mundo la conoce y da bayas. Bien. Me inclino a pensar que fueron hojas de digital, sacadas del jardín por error. Me he acordado del digital porque alude a los dedos... Hay algo mortal en la planta... Llegó el médico y el hombre hizo lo que pudo, pero ya era tarde…” (Agatha Christie, - “La puerta del destino”

Paracelso, médico y alquimista, dejo dicho:”Todo es veneno y nada es veneno”, tan sólo la dosis marca la diferencia.

Una de las especialistas de la novela de intriga, como Ágatha Christie, utiliza en este relato el recurso del veneno extraído de la planta “digital”, como medio de asesinar a una persona sin levantar sospechas, pero ¿cuándo comenzó el hombre a recurrir al veneno para eliminar a otra persona? Nos llegan relatos escalofriantes desde la antigüedad sobre el uso de distintos compuestos para matar a la gente, una muerte diferida, que permite al asesino disfrazar sus intenciones y salir indemne del acto. (A la izquierda adelfa, a la derecha Ricino)

Las virtudes de las plantas pueden ser orientadas para hacer daño, en lugar del bien, y muchas de ellas han sido el ingrediente de pócimas mortales.

Se sabe de la utilización de venenos por relatos mitológicos, como el de Deyanira, tercera esposa del héroe Hercules, que engañada por un enemigo del semidiós, Licas, le dio a su esposo una túnica envenenada con hiedra venenosa que lo mató, también por historias de envenenadoras tristemente famosas, como Livia en Roma, Lucrecia Borgia, o Madame de Montespan, una de las favoritas del rey de Francia Luis XIV, involucrada en el escándalo de los venenos (Affaires des Poisons) junto con una envenenadora muy conocida por la magnitud de sus crímenes, la Marquesa de Brinviller.

Entre todos los posibles venenos también se puede hablar de “modas”, de un periodo de utilizar “cicuta”, otro de “arsénico”, y otros de mezclas más refinadas de productos tóxicos y que a ser posible no dejaran huella para ser detectados, y quedar los crímenes impunes.

Sin embargo, hoy, podemos disfrutar de ver crecer algunas plantas que si bien son peligrosas por los malos usos que se les ha dado o por el desconocimiento de su toxicidad, teniendo precauciones pueden ser un bello adorno en un balcón. (A la izquierda Crocus, a la derecha Datura Stramonium)

Algunas especies

Croco (Crocus o Colchicum): florece en primavera y en otño, en varios colores. Contine colchicina, una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso. Los bulbos y semillas son las partes más peligrosas de la planta, por ello incluso cuando se plantan es bueno usar guantes.

Muguete (Convallaria Majalis): de perfumadísimas flores blanca, está en la cabeza de los venenos, junto con la convallotoxina, que actúa sobre el corazón. Igualmente peligrosas son las raíces, las semillas y las hojas que mantienen la característica venenosa incluso después de haber sido desecadas.

Digital (Digitales): Es bastante conocida ya desde la antigüedad dado que de sus hijas se extrae la digitalina, sustancia que usada en justa dosis tiene una acción beneficiosa sobre ciertas alteraciones cardiacas.

Adelfa (Nerium oleander): las semillas y corteza de esta planta contienen neritina y oleandriana, altamente tóxicas y que actúan sobre el corazón. Es muy conocida la anécdota según la cual una compañía de soldados napoleónicos durante la guerra de España, fue diezmada por haber comido imprudentemente carne que había sido preparada sobre asadores hechos de madera de adelfa.

Estramonio (Datura Stramonium): planta muy decorativa de grandes flores blancas, en forma de campanillas, que por la tarde exhalan un penetrante y dulce perfume. A la caída de las flores se forma una especie de rizo sobre la planta, que condenen semillas ricas en iosciamina, un alcaloide tóxico del que se extrae asimismo la tropina, empleada para curar algunas afecciones de los ojos.

Ricino (Ricinus): es una especie esencialmente medicinal, pero también cultivada por su hermoso follaje decorativo. Es necesario prestar mucha atención a sus semillas, que contienen la ricina, un veneno más fuerte que la misma estricnina y que exótico cianuro. Se calcula que 3 o 4 semillas son suficientes para producir la muerte.

Seamos prudentes, pero sin privarnos, del cultivo de planas que por su belleza y aplicaciones medicinales, en dosis seguras, pueden dar hermosura al jardín, siempre que conozcamos su naturaleza y tengamos cuidado.

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