sábado, 28 de mayo de 2011

BAÑOS DE AIRE, DE LUZ Y DE SOL

“El sol es el remedio máximo” (Plinio el Viejo)

En un pequeño libro de 1934, escrito por R. Navarro Serret, se dan consejos y recomendaciones sobre los beneficios de recibir estos distintos baños, según el autor, la excesiva protección de la piel y los ambientes enrarecidos, pueden ser perjudiciales si no seguimos sus consejos y permitimos que la naturaleza sea una fuente de energía y salud para nosotros.

Baños de aire

El hombre necesita el aire como su medio natural de subsistencia, si bien el exceso de ropa dificulta que la piel este en contacto con él, esto debilita poco a poco nuestras defensas naturales, contra el frío y el calor, para evitar esta disminución de su capacidad de defensa y tonificar y fortalecer la piel, hay que ejercitarla ante las inclemencias atmosféricas con los baños de aire.

Un baño de aire bien aplicado tienen una acción benéfica, pero tampoco se trata de someternos al sol, el frío o la humedad, ha de ser tomado con ciertas precauciones.

Los vestidos deben cumplir su misión de protección, pero sin dificultar la acción de la piel, deben ser holgados, evitando que nos compriman, antes, se creía que el uso de fajas impedía que se formara una antiestética barriga, siendo al fin las fajas las responsables precisamente de su aparición, su uso prolongado producía una atrofia en los músculos de vientre y como consecuencia una relajación de la pared abdominal.

Durante la aplicación del baño de aire deben evitarse los vestidos para que la piel este expuesta totalmente a este elemento, el aire debe ser puro, en un parque o lugar arbolado, si no disponemos de esa posibilidad en una habitación con la ventana abierta, la temperatura es el factor más importante del baño de aire, no estamos acostumbrados a recibir directamente la caricia del aire al tener siempre la capa del vestido, por ello, hay que comenzar teniendo baños de aire en los que la temperatura de este no baje de los 20º, poco a poco estaremos preparados para tomar baños de aire con temperaturas más variadas, teniendo en cuenta que no deben tomarse con sol, sino por la mañana o a la caída de la tarde, y siempre durante el tiempo en que resulten agradables, si comenzamos a tener sensación de frío hemos de terminarlo.


BAÑOS DE LUZ Y DE SOL

La luz es nuestra fuente de vida, gracias a ella nacen y crecen los vegetales, ella nos proporciona calor y energía necesaria para todos los procesos vitales.

La idea de que la luz nos resulta beneficiosa ha sido intuitivamente conocida por los pueblos desde la más remota antigüedad, así, se daba culto al sol y se temía a los eclipses.

La medicina ha utilizado desde sus orígenes los baños de sol como un remedio saludable en muchas enfermedades, así lo egipcios, caldeos, fenicios, griegos y romanos, emplearon la helioterapia.

Diferentes clases de baños de luz

Hay varias prácticas que se llaman así, baños de rayos infla-rojos, de ultra-violeta, de luz eléctrica, baños de sombra…

El autor recomienda de entre todos el baño de sol que a la vez es un baño de aire, exponiendo el cuerpo desnudo para recibirlo, las horas para recibir el baño depende de la estación del año, en invierno de 10 de la mañana a tres de la tarde, y en verano de 7 de la mañana a 10 y al atardecer, debe durar unos 20 minutos, aunque se deben tomar de forma gradual comenzando con 5 minutos al día y añadiendo 5 más cada día posterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails