“… Sentados en la barra de la cafetería, lo primero que olió
fue la agradable fragancia del café, mientras sonaba el chorro a presión del
calentador de la leche y le embargaba el aire caliente que acariciaba su
rostro, mezclado con los aromas del pan tostado, untado de mantequilla.
No podía creerse que bebía café del bueno, mezclado con
leche de vaca y con azúcar, sin nada de sucedáneos: blanca y cristalina y muy
dulce. Masticaba sus tostadas con parsimonia, para no perder una miga y
saborear bien el alimento.
- Perdone usted, he sido desconsiderada, no he pronunciado
una sola palabra, pero estaba todo tan apetitoso que me he olvidado de la buena
educación.
- No se preocupe, aún tengo algo de tiempo, y si usted no
tiene mucha prisa, podríamos charlar un poco. ¿Cuál es su nombre?
- Candelaria. ¿Y usted?
- Mi nombre es Vicente….”
Este evocador desayuno pertenece a la obra de ficción
histórica “La leyenda del gitano cantaor” (Misterioso crimen en la sierra de
las Guajaras), ultima novela de Pedro Blanco Naveros, llena de descubrimientos
sobre una época muy turbulenta, en la España que llamamos profunda, nos descubre personajes viviendo situaciones criticas y crueles, y
personajes sintiendo, amando y
aferrándose a lo más firme en momentos de incertidumbre, vivencias de la
infancia, en este caso, a través de sabores que permanecen como algo a lo que
aferrarse, hasta que los vientos del tiempo, también barran esos instantes,
porque todo pasara…
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